Ayer llegaba a El Potrero este ejemplar de corzuela parda macho. Un nuevo integrante para el Programa de Repoblación de esta especie, que llevamos adelante con ejemplares provenientes de cautiverio, mascotismo o tenencia ilegal recuperados, para devolver a este hermoso ciervo nativo a nuestros montes.
Ojito llegó desde Maciá, un pueblo de la provincia de Entre Ríos, donde fue criado por Patricia Enrique y su familia por casi 4 años. Había llegado a su casa en 2020, luego de que su marido y su hijo lo encontraran indefenso mientras realizaban trabajos en el campo con una cosechadora. La suerte quiso que pudieran verlo a tiempo, rescatarlo y asistirlo.
Durante todos estos años, lo alimentaron y cuidaron, brindándole también atención veterinaria. Pero con el tiempo comprendieron que, aunque lo sintieran como parte de la familia, su lugar estaba en la naturaleza y no en la vida doméstica.
Así fue como comenzaron a buscar un lugar para poder reinsertar a Ojito a su ambiente natural. En la Reserva La Chinita, cerca de Villaguay, les hablaron de El Potrero y de nuestro trabajo en la reintroducción de ejemplares rehabilitados. Por eso se comunicaron con Daniel Ávalo, y pudimos concretar juntos el traslado de esta corzuela.
Hoy, Ojito se encuentra en nuestra Reserva donde pasará su periodo de cuarentena y rehabilitación hasta que pueda ser devuelto a la vida en libertad. Un proceso que seguramente demandará varios meses, para que pueda valerse por sí mismo.
Queremos agradecer a Patricia y su familia por la confianza en nuestro proyecto. Sabemos que estas decisiones de desapego son difíciles, pero prometen un futuro mejor para Ojito.
También queremos agradecer a la Dirección de Fiscalización, la Secretaría de Ambiente y el Sistema de Áreas Naturales de la provincia de Entre Ríos por autorizar y facilitar nuestro trabajo para poder colaborar con ellos en la protección de nuestra biodiversidad.