Las temperaturas bajo cero que marcaron récord en el mes de julio en todo el país produjeron daños en el vivero de nativas y aletargaron los trabajos de cara a la plantación de primavera.
Afortunadamente, las heladas no parecen haber afectado a los ejemplares de forma permanente y, pese a su aspecto actual, los tallos se conservan vivos y verdes, por lo que esperamos que, poco a poco, nuevas yemas broten en sus ramas con la llegada de los días más templados y con más horas de sol.
Por otra parte seguimos sumando nuevos plantines en el invernáculo, donde están germinando 3.000 ejemplares de ibirá pitá, gracias también a la colaboración de Angela y Sole, estudiantes de la UADER, que colaboran como voluntarias del vivero cada viernes.
Esperamos muy pronto poder contarles buenas noticias sobre este proyecto de regeneración en la Reserva El Potrero.